Día de Muertos 2025 en Oaxaca: Una celebración de recuerdos y vida

El significado del Día de Muertos
Cada final de octubre, Oaxaca se transforma en un tapiz vivo de color, aroma y sonido mientras sus habitantes se preparan para recibir a los espíritus de sus seres queridos. Con profundas raíces indígenas fusionadas con tradiciones católicas, el Día de Muertos ve la muerte no como un final, sino como una parte natural y celebrada de la vida. Las familias construyen ofrendas en casas y espacios públicos, adornándolas con fotografías, calaveras de azúcar, platillos favoritos y las vibrantes flores de cempasúchil, que se cree guían a los difuntos de regreso al mundo de los vivos. El 1 de noviembre se honra a los angelitos —las almas de los niños—, mientras que el 2 de noviembre se recibe a los espíritus adultos. Por todo Oaxaca, senderos de pétalos de cempasúchil y velas titilantes se extienden desde los cementerios hasta las puertas de las casas, iluminando simbólicamente el camino. En 2008, la UNESCO reconoció el Día de Muertos de México como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, subrayando su importancia cultural y su vigencia tras más de tres milenios de práctica.Por qué la celebración en Oaxaca es especial
Aunque el Día de Muertos se celebra en todo México, la versión oaxaqueña es considerada una de las más auténticas y visualmente impactantes. Semanas antes, panaderos elaboran mole negro y pan de muerto, artesanos recortan intrincados papel picado y los barrios preparan arcos de cempasúchil para adornar sus calles. A medida que se acerca el final de octubre, el centro histórico se convierte en una galería al aire libre de altares, procesiones y música. Bandas de aliento y danzantes disfrazados llenan las calles empedradas durante las comparsas, mientras las familias se reúnen en los cementerios para vigilias a la luz de las velas que pueden durar hasta el amanecer. La atmósfera es a la vez mística y acogedora: una mezcla de solemne recuerdo y alegre celebración que ofrece a los visitantes una ventana respetuosa hacia el patrimonio vivo de Oaxaca.Lo que se espera para 2025 en la ciudad de Oaxaca
Aunque el programa oficial se publicará a inicios de octubre, se espera que el Día de Muertos 2025 siga la tradición de una semana entera de festividades. En años anteriores ha habido instalaciones monumentales de arte público, como el paseo escultórico Sendero al Mictlán, un tapete de arena gigante frente al Palacio de Gobierno y conciertos nocturnos en el zócalo y el parque Alameda. Entre los momentos destacados están la comparsa infantil del 31 de octubre desde el Parque El Llano, una exposición de altares tradicionales representando las diversas regiones de Oaxaca, y el Convite de Muertos del 1 de noviembre, con música, gigantes y presentaciones teatrales. El 2 de noviembre suele traer eventos más íntimos, como conciertos de bandas fúnebres, talleres artesanales y vigilias en cementerios. Barrios como Jalatlaco y Xochimilco también son conocidos por sus decoraciones locales, altares y celebraciones callejeras, ofreciendo a los visitantes una visión más cercana de las festividades comunitarias.Más allá de la ciudad: celebraciones en los alrededores
- Santa Cruz Xoxocotlán (31 de oct. – 1 de nov.): Famosa por sus vigilias en el panteón a la luz de las velas, donde miles de luces y flores transforman el cementerio en un mar resplandeciente de recuerdo.
- San Agustín Etla (1 de nov.): Hogar de la animada muerteada, un desfile nocturno con disfraces elaborados, música y sátira, que dura hasta el amanecer.
- Villa de Mitla (31 de oct. – 3 de nov.): Conocida por concursos de tapetes de arena, presentaciones culturales y una gran comparsa de cierre el 3 de noviembre.
- Zaachila (1–2 de nov.): Celebrada por sus intrincados tapetes de arena que se extienden desde el cementerio hasta la iglesia.